Fernando Becker, presidente de la Asociación de Cooperativas del Sur.

En la encrucijada de un mundo cada vez más balizado y tecnológicamente avanzado, las cooperativas han surgido como protagonistas clave en el panorama económico de Chile. Con datos reveladores que muestran un aumento del 12,3% en el número de cooperativas en comparación con el año anterior, queda claro que estas organizaciones están en alza. Más que simples entidades comerciales, representan un modelo de negocio arraigado en la solidaridad y la colaboración, ofreciendo una alternativa poderosa y sostenible para el futuro. Este crecimiento no es un fenómeno aislado. Las cooperativas están estrechamente vinculadas a la economía local y, sobre todo, al emprendimiento. Las generaciones más jóvenes están adoptando este modelo, demostrando así un testimonio de su relevancia en un mundo en constante evolución.

Este aumento exponencial encuentra su eco en el seminario «Hacia un futuro más asociativo», organizado por la Asociación Gremial de Cooperativas del Sur en colaboración con la Fundación Mapocho y la Universidad de Los Lagos. Este evento, programado para el 5 y 6 de diciembre en el Teatro del Lago en Frutillar, no sólo es un símbolo del resurgimiento de las cooperativas, sino también una oportunidad para explorar su papel crucial en el tejido económico y social de Chile.

En el corazón de este renacimiento está la idea fundamental de la asociatividad. Las cooperativas no son simplemente empresas: son comunidades colaborativas donde los individuos se unen para alcanzar objetivos comunes, basándose en principios de equidad y participación democrática. Estos valores son los que han impulsado el aumento en sectores como producción y trabajo, agrícola y servicios, demostrando que la colaboración puede prosperar en diversas industrias. Este evento no es sólo un escaparate de ideas; es un llamado a la acción. Nos invita a considerar las cooperativas no como una excepción, sino como un modelo a seguir.

En un mundo donde la competencia a menudo prevalece sobre la colaboración, las cooperativas nos recuerdan que hay una manera diferente de hacer negocios: una que se centra en las personas, la igualdad y el bienestar colectivo. El crecimiento de las cooperativas no es sólo un indicador de éxito económico, sino también un testimonio de la fuerza del espíritu humano cuando se unen en pos de un objetivo común. En un mundo donde la asociatividad se convierte en el motor del cambio, las cooperativas están liderando el camino en Chile. Es hora de abrazar este renacer, aprender de su sabiduría y construir juntos un futuro más justo y colaborativo para todos.