Cristián Silva M., gerente general Bansur, integrante Cooperativas del Sur

Hoy más que nunca es necesario que cada región desarrolle y utilice instituciones creadas localmente, sobre todo aquellas que mejoran la calidad de vida de las personas.

Para cumplir lo anterior, el cooperativismo es clave al ser un agente por esencia descentralizador. Hoy, las cooperativas están presentes en las 16 regiones del país y en sus 346 comunas. Su contribución al desarrollo local cobra gran relevancia pues los excedentes que se generan se reinvierten en cada región. Más aún, las cooperativas otorgan herramientas a personas que de forma individual no podrían desarrollarse en lugares alejados.

Es sabido que los bancos juegan un rol clave en el desarrollo de los países pero aun con temas pendientes. Por ejemplo, sus avances en innovación, digitalización han cambiado totalmente la experiencia del consumidor. Sin embargo, esta banca tradicional opera usualmente por volumen y con poca adaptación de sus políticas comerciales al contexto regional. Como consecuencia, existe un grupo importante de personas y empresas que no son atendidos en las mejores condiciones por la banca, o simplemente quedan excluidos.

Por lo anterior, la necesidad e importancia de contar con un Banco Cooperativo Regional es tremenda.

En primer lugar, al operar de manera cooperativa, este banco puede adaptar sus servicios en función de las necesidades de la comunidad por el rol social que cumple. Tiene como objetivo la inclusión financiera de la población, convirtiendo a los clientes en socios que participan en la utilidad de la misma cooperativa. Se apoya además de alianzas con distintos grupos de interés como gremios, universidades, institutos, municipios, redes de emprendimiento, entre otros.

En segundo lugar, al ser banco, le permitiría operar un mayor número de productos. Al tener un mayor patrimonio podría ser un actor clave para el financiamiento por ejemplo al sector agro o salmonero. Y un punto no menor: al ser banco, podría acceder a líneas de financiamiento directas con el banco central.

Hoy, Bansur comparte los ideales de un banco cooperativo. En nuestro trabajo, buscamos tener un impacto positivo en la región, comprometido por la calidad de vida de las personas y Mipymes, promotor del modelo cooperativo y con la obligación de sumarse al cambio tecnológico. En los últimos años, hemos enfocado nuestros servicios en el segmento personas, muchos de ellos excluidos de la banca.

A 14 años desde su creación, los números de Bansur toman relevancia en tres regiones, como Los Lagos, Los Ríos y Araucanía. A la fecha, contamos con más de 5.000 socios, con un número importante socios empresarios e instituciones locales. Hemos otorgado créditos por más de $15 mil millones de pesos, con un impacto a 20.000 personas. Para este año, esperamos contar con nuevas líneas financieras, con apoyo de CORFO, para emprendimientos locales y desarrollo rural.

El crecimiento de una cooperativa, y obviamente de Bansur, depende en gran medida de la incorporación de nuevos socios o accionistas. Este año 2022 se aprobó la iniciativa de aumentar el capital por $1.500 millones de pesos lo que posibilitará una expansión importante en la provincia de Llanquihue. Estamos convencidos que tales aportes serán en un cien por ciento capitales regionales. Si bien esto es más lento, también lo hace más sostenible en el tiempo y sin perder la identidad regional. Ambas características son la base de un Banco Cooperativo regional, el cual aportaría a la descentralización, y al desarrollo de la economía del sur.

Columna publicada en Diario Austral Osorno

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